Irreligious… el álbum que me hizo un converso de la religión de Moonspell



Como señalé en las primeras entradas de este blog, existen álbumes que marcan su impronta en nosotros y nos convierten en seguidores de determinadas bandas o artistas, toda vez que su impacto es tal que nos cala en lo musical, lo lírico y por su concepto artístico en general. Justo así me sucedió cuando escuché por primera vez el álbum Irreligious de la banda lusitana Moonspell.

Conocí al grupo cuando tenía 16 años, la música de Moonspell fue una revelación para mí. Tal como he relatado con anterioridad, escuchaba rock desde la infancia y mis primeros acercamientos al heavy metal se dieron con Iron Maiden. Cuando estudiaba el bachillerato, una de las fuentes de música que tenía a mi alcance eran los videos que transmitía la televisión por cable, especialmente canales como MTV y VH1, en los cuales rotaban con regularidad videos del concierto sinfónico de Metallica, la oleada de bandas de Nu-metal como Korn, Limp Bizquit, Linkin Park, Papa Roach, Slipknot y otras por el estilo que me resultaban aburridas y con escaso atractivo musical, creo que de todas la única que me gustaba realmente era Metallica, aunque no al grado de Iron Maiden. El caso es que cuando escuché el álbum Irreligious ingresé a un nuevo tipo de metal.

Desde el primer corte del álbum supe que estaba ante algo diferente, una entrada con sintetizadores y el sonido de unas campanas, así como las voces de un coro casi gregoriano creaban un aura ominosa y una atmósfera lóbrega, lo cual recalcaba con fuerza el título de esta pieza abridora llamada Perverse… almost Religious. Las notas finales de la canción se alargaron para unirse al tono sostenido de una guitarra que daba paso al riff principal del siguiente corte, para dejar entrar una batería con un doble bombo atresillado y después una voz profunda y grave que se transformó de repente en un gutural y regresaba a la voz limpia pero profundamente grave. El trabajo de la batería me resultó muy atrayente, marcado por una utilización intensa de los toms de aire y de piso haciendo combinación con los dos bombos, mientras el riff envolvía a la sección rítmica. Los sintetizadores creaban un efecto atmosférico que daba un toque siniestro a la música. Mi asombro fue mayor cuando al final de la canción se escucha la voz del vocalista recitando unos versos del Opiario de Álvaro de Campos, heterónimo de mi poeta portugués favorito, Fernando Pessoa. 

Como elemento conector con la siguiente canción, Opium prolongaba las notas finales del sintetizador para convertirse en las iniciales del siguiente corte, Awake. El sintetizador deja paso a un acorde arpegiado de guitarra, mientras se escucha una grabación con de Alister Crowley leyendo un fragmento de su poema The Poet, para dar paso a la voz profunda del vocalista cantando en un segundo plano. Posteriormente la canción brinda un protagonismo al sintetizador para marcar la tónica de los primeros versos, hasta que llega el estribillo y aparece el poderoso riff de guitarra y la voz se convierte en un alarido gutural y demoníaco. Cuando la explosión del estribillo termina, la batería marca redobles en los toms e inunda de notas graves la sección rítmica, en tanto los sintetizadores agregan acordes de piano. La pieza termina con el mismo arpegio de guitarra del inicio y da paso a varias capas de guitarra con distorsión que marcan el comienzo del siguiente corte, For a taste of eternity.

La cuarta pista del álbum inicia con los alaridos guturales del vocalista y da paso a la voz grave del mismo, mientras varias capas de guitarra crean un interesante efecto y la batería acompaña con fuerza y rapidez. Casi todos los versos de la canción son cantados con voz gutural y el nombre de la canción funciona en tonos graves de voz como estribillo, al igual que los puentes entre estrofas. El trabajo en la guitarra es más que destacado en casi todo el corte, hasta que la batería vuelve a tomar protagonismo para marcar un ritmo casi tribal, mientras él sintetizador crea una pared musical parecida a flautas o instrumentos de viento similares.

El quinto corte inicia con el toque de una campana y la voz grave y profunda del vocalista, mientras los sintetizadores forman una atmósfera que solamente puedo definir cómo “nocturna”. Cuando llega el estribillo, la voz se torna gutural y exclama con fuerza Raw models… y justo después regresa la voz grave mientras dice el titulo …Ruin and misery, arropado por un riff con unos armónicos bastante interesantes y un fondo de cantos gregorianos. La batería y el bajo crean una pared sonora que combina la potencia y se acompaña de un doble bombo que no es un dechado de velocidad pero sí de fuerza.

A poisoned gift, sexta pista del álbum, inicia con unos sonidos ominosos y obscuros, mientras los primeros versos son recitados con una voz grave, después los sintetizadores, bajo y batería marcan un ritmo muy cercano a un terrorífico vals y el grito de una mujer da paso a la canción, con ese ritmo lento y pausado que revienta en un estribillo con voz gutural, un riff fuerte y un doble bombo contundente. La estructura de la canción combina de manera sucesiva las estrofas calmadas con los estribillos machacantes, para después dar paso a un solo de guitarra bastante melódico y con diversas capas armonizando entre sí, para posteriormente entregar un solo shred en toda regla, mismo que al terminar deja espacio para que el bajo se luzca con una línea bastante cercana al jazz. 

A esta altura del álbum, Moonspell ya ha mostrado su sonido característico, la combinación de voces graves y guturales envueltas en atmósferas y pasajes instrumentales llenos de misterio y obscuridad, en los que destella de manera rutilante la calidad musical de cada uno de los miembros del grupo.

El séptimo corte es de carácter casi instrumental, en Subversion encontramos el uso de cajas de ritmos y elementos electrónicos que arropan unos versos que parecen una elegía demoníaca. La música de este tema recuerda mucho a las agrupaciones góticas electrónicas de finales de los ochenta, esa corriente en la que parece que los vampiros están interpretando música dance. El tema es breve y da paso a un corte con mucho más gancho para el oído del escucha.

Raven claws es un tema que inicia con una línea de bajo animada y una guitarra casi bailable en su riff, para armonizar la voz del vocalista con una voz femenina bastante agraciada. Los versos son casi susurrados al inicio, para después pasar a la característica voz grave alternada con el gutural. Nuevamente los sintetizadores refuerzan el trabajo instrumental y crean esa atmósfera que transmite sensaciones similares al soundtrack de una película de terror, para cerrar el corte con la vocalista femenina luciendo su talento mientras la guitarra realiza un solo espectacular.

La siguiente canción, Mephisto, tiene un aire a una canción de cuna opresiva y pesada, obscura y densa como corresponde a uno de los demonios más populares de la literatura, presente en el mito de Fausto. Esta canción encierra esa aura seductora de saber y conocimiento, elegancia y refinamiento del citado demonio y después se transforma en el canto feroz, atronador y gutural que corresponde a este emisario de las tinieblas. La inspiración que Goethe brinda a la banda para el tema es evidente y se agradece la referencia literaria. Uno de los puntos fuertes que tanto me gustaron en el álbum, toda vez que como apasionado de la literatura me emociona establecer este tipo de vínculos entre diversas manifestaciones artísticas.

Como señalé, la literatura es una de las fuentes de inspiración para este disco, hecho que se constata con el corte Herr Spiegelmann, mismo que con un sonido parecido a las ferias o circos comienza con una cita a la obra El Perfume, de Patrick Süskind. Posteriormente, el bajo inicia marcando el ritmo y la voz profunda del vocalista retoma la cita literaria, el estribillo vuelve a ser interpretado en voz gutural y los sintetizadores marcan un sonido onírico, complementado por una guitarra con hermosos solos armónicos en los momentos precisos.

El álbum culmina con el corte Full moon madness, en el que lo primero que se escucha es el viento y los aullidos fantasmales de una manada de lobos, mismos que se funden con un rasgueo de guitarra a la que se suma la batería en un ritmo que asemeja a un latido, atronando en un riff potente. Una peculiaridad de este corte es que la letra combina fragmentos en portugués y en inglés. Los lobos son un elemento que viene como herencia de su primer larga duración, Wolfheart. Esta canción se ha convertido en un clásico de la banda lusitana, toda vez que incluso la biografía del grupo, escrita por Ricardo S. Amorim, lleva por título un verso de la canción: Lobos que foram homens. Este último track es complejo y posee una estructura que combina pasajes dispares que la hacen muy interesante, hasta desembocar en un muy destacado solo de guitarra.


Para este segundo larga duración del grupo, la alineación de la banda se compuso por Fernando Ribeiro (Langsuyar) en la voz y composición de las letras; Pedro Paixão (Passionis) en los sintetizadores y samples; Miguel Gaspar (Mike) en la batería; el recientemente incorporado Ricardo Amorim (Morning Blade) en la guitarra, y João Pedro Escoval (Ares) en el bajo. Adicionalmente se contó con la participación como invitados de la vocalista Birgit Zacher en Raven Claws y de Markus Freiwald en las percusiones en la canción For a taste or eternity. 

El álbum fue producido por Waldemar Sorychta, conocido músico y productor en el ambiente del metal y que ha trabajado con verdaderos pesos pesados del género, tal como Tiamat, Unleashed, The Gathering, Samael, Sentenced, Borknagar, Lacuna Coil, Therion, Tristania y Sodom, por citar solamente algunos en el amplio bagaje del multi instrumentista.

El sonido de la banda en este disco ha sido catalogado como metal gótico, aunque cabría precisar que eso es solamente debido a la temática de las letras y no tanto a la música, ya que esta posee una gran variedad y recorre diversos estilos y géneros. Retomando el aspecto lírico, la imaginería de la banda transita desde los sentimientos de soledad y desesperación, hasta contacto con seres demoniacos, vampirismo, licantropía y el horror que representa el enfrentamiento con el yo interno. Estas temáticas son las que los encuadraron en el metal gótico, aunque existen numerosos elementos de black metal (no en los riffs) en la música de este álbum.

Gracias a esta producción la banda participó en numerosas giras como teloneros de Type O Negative, otra de las agrupaciones que ha sido clara influencia e inspiración para Moonspell, además de compartir escenario con bandas como Tiamat y Samael.

Irreligious fue lanzado el 29 de julio de 1996 por la disquera Century Media, y a 25 años de su estreno continúa siendo un referente musical no solo del grupo sino del metal portugués, lo cual los ha posicionado como una de las bandas más prestigiadas de su nación.  





Dos décadas después de haber escuchado esta obra por vez primera, confirmo que es uno de los álbumes que más hondo me han calado y que, sin lugar a dudas, se ha ganado a pulso un sitial como uno de mis discos favoritos de todos los tiempos. Como el propio grupo lo señala, soy un miembro de su manada y me encuentro under the spell!



Comentarios

  1. Sin duda es una gran banda, con una propuesta compleja y muy interesante

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