Desde la tierra prometida, 30 años del metal de Orphaned Land

Medio Oriente es una región que históricamente ha ejercido una enorme fascinación sobre Occidente, esto puede deberse al halo de exotismo y misterio que rodea a la región, misma que no solamente se asienta en territorios desérticos, sino que, en gran medida, ha sido cuna de sucesos que han modelado la historia global partiendo desde lo cultural, lo político y hasta mitológico-religioso.

En este contexto, el devenir de Medio Oriente se ha caracterizado como espacio de enfrentamiento entre facciones religiosas y ha sido escenario de choque entre Oeste y Este. Recordemos que las grandes religiones monoteístas —judaísmo, cristianismo e islamismo— surgieron en esta región y de manera intermitente han sido partícipes de sangrientos episodios, toda vez que los lugares sagrados de cada una de ellas se encuentran en las mismas ciudades y zonas. Desde la entrada de los hebreos en la región de Canaán después del éxodo en Egipto y la conquista de la tierra prometida, la invasión babilónica, la expansión de los persas, la ocupación macedónica, el conflicto de los Diádocos —los generales de Alejandro Magno—, la ocupación y provincia romana, el surgimiento del cristianismo, el empuje del Islam, las cruzadas y los demás conflictos entre las facciones religiosas, el territorio ocupado por Palestina y el actual Israel ha sido una de las regiones con mayor actividad bélica de la historia humana.

Parecería difícil que con estos antecedentes se pudiera tener iniciativas de paz entre gobiernos y facciones, pero es aquí donde el arte ha encontrado una manifestación no solo musical, sino también con un mensaje de unidad y coexistencia pacífica, tal es el manifiesto que enarbola Orphaned Land.

En 1991 surge la primera alineación de la banda, primeramente con el nombre de Resurrection, fundada por el vocalista Kobi Farhi, el bajista Uri Zelcha, los guitarristas Yossi Sassi y Matti Svatitzki, el baterista Sami Bachar y la participación en los teclados de Itzik Levy. Este primer núcleo dio paso a composiciones asentadas en el sub género del death metal; sin embargo, con el paso de los años la producción musical del grupo ha transitado por diversos estilos, quizás con el rasgo más característico de fusionar el metal con las sonoridades propias de la música hebrea y árabe, complementada por coros grandilocuentes y pasajes orquestales, por lo que se puede considerar que han pasado por una evolución que algunos consideran como progresiva, pero que la gran mayoría define como "Metal Oriental".

Podría decirse que Orphaned Land sentó las bases para el desarrollo del metal combinado con la música de Medio Oriente; sin embargo, la etiqueta de Metal Oriental es demasiado vaga y sumamente amplia, ya que en el mismo cajón conviven bandas con sonoridades diametralmente distintas dentro del metal, toda vez que podemos encontrar a grupos prog-power como Myrath, thrash como Acrassicauda, prog como Amaseffer, heavy como Pentagram (Mezarkabul), death melódico como Arkan o black como Melechesh. Es por ello que no podría arriesgar a una definición única del sonido de Orphaned Land, pero sí señalarla como precursora de un movimiento orientalista en el metal.

Después de este largo paréntesis, retomamos la historia de la banda, misma que en 1992 adopta el nombre con el que se le conoce actualmente y en 1994 lanzan su primer larga duración, Sahara; este trabajo establece los parámetros sobre los que habría de transitar la trayectoria temprana del grupo, una mezcla entre el death metal y la fusión de ritmos propios de Medio Oriente, pero no como una añadido exótico sino como un elemento integral de la música.

Un elemento interesante de la banda es que pese al contexto hebreo del que proceden, su música es un conjunto integrador de sonoridades y líricas provenientes del imaginario islámico y cristiano, así como el hebreo, obviamente. En sus letras se encuentran contenidos en inglés, hebreo, árabe y latín, lo que incrementa el exotismo y hace todavía más llamativa su propuesta. Posterior al lanzamiento de Sahara, el grupo edita su siguiente álbum, El Norra Alila (1996); en el que reafirman su sonido y avanzan en la concreción de su estilo musical.

La explosión internacional para la banda viene con el lanzamiento de su tercer larga duración: Mabool - The story of the three sons of seven (2004). Este álbum fue una verdadera experiencia musical, toda vez que se centra en el diluvio (Mabool) y los mensajes de advertencia que lanzan los tres hijos, identificados cada uno con el pueblo hebreo, islámico y cristiano, por medio de la analogía de la serpiente, el águila y el león. En este disco se incluye el que quizá sea su tema más conocido y emblemático, Norra el Norra. Sin embargo, el trabajo no desmerece en ningún momento, ya que todos los cortes son de una factura muy buena y con un trabajo de composición impecable, no por ello tardaron siete años en lanzarlo después de El Norra Alila. En Mabool encontramos temas como Ocean Land, Birth of the three, The kiss of Babylon y la muy hermosa versión instrumental de The calm before the flood.

Personalmente, guardo un recuerdo muy especial de este álbum, toda vez que fue el primero que adquirí de la banda, una edición doble con un concierto acústico en el que se acompañan por la maravillosa vocalista Shlomit Levi, quien participó en las sesiones de estudio de Mabool y tendría participación posteriormente con la banda.

En 2005 lanzan el EP Ararat, célebre cumbre de Armenia en donde se posó el arca de Noé después del Diluvio. Este material sería el preámbulo para el lanzamiento de su siguiente álbum de larga duración, The neverending way of OrwarriOR (2010), en el cual cuentan con la participación de la leyenda contemporánea del progresivo Steven Wilson —famoso por su carrera en Porcupine Tree y su trayectoria solista—.

Posteriormente, la banda edita el CD y DVD de su presentación en vivo en el Reading 3 de Tel Aviv, material que aparece con el nombre de The road to Or-Shalem (2011). Este concierto es una verdadera delicia, tanto por el trabajo de la banda como por las participaciones de los artistas invitados, entre los que se encuentran Steven Wilson, Shlomit Levi y la leyenda del rock, Yehuda Poliker, con quien interpretan una muy recomendable versión del tema Bakapaim, con el propio Poliker en la voz y la guitarra líder.

Como toda banda de prolongada trayectoria, Orphaned Land ha tenido algunos cambios en sus integrantes. Desde 2007 el puesto en la batería es ocupado por Matan Shmuely; posteriormente, a mediados de 2012, Matty Svatitzky, uno de los miembros fundadores, abandona la banda, siendo reemplazado por Chen Balbus.

En 2013 vio la luz su siguiente larga duración, All is One, material en el que el célebre logo de la banda es reemplazado por el ícono que conjuga a la media luna, la Estrella de David y la cruz entrelazados uno con otro en un símbolo de unidad. Este material tiene tintes más accesibles y menos extremos en la música, aspecto altamente contrastante con el contenido lírico en el que se denotan de forma clara las problemáticas de intolerancia y sempiterna guerra en Oriente Medio. 

Después de lanzado este material, otro de los miembros fundadores del grupo se separa de la banda, el guitarrista líder, voz de apoyo, compositor e interprete de instrumentos tradicionales como el bazouki, Yossi Sassi. Para muchos de los seguidores de la banda esta separación parecía augurar una crisis enorme para el grupo, toda vez que una de las fuerzas creativas del colectivo se había separado; lo cierto es que con la incorporación de  Idan Amsalem, la banda toma un nuevo respiro y se enfoca en nuevos proyectos, como el álbum conjunto con Amaseffer, Kna'an, en 2016.

Para 2018 la banda edita su, hasta ahora, último material de estudio, Unsung prophets and Dead Messiahs, del cual se desprenden dos cortes de amplia rotación en medios especializados y de comunicación, los sencillos Like Orpheus y Chains fall to gravity.

Después de tres décadas de trayectoria artística, la banda ha lanzado la compilación "30 years of Oriental Metal", caja de edición limitada —de la cual espero mi copia firmada por la banda— que incluye sus seis discos de estudio, dos discos con material adicional y un booklet de 120 páginas. Si bien numerosos fans, entre los que me cuento, ya tenemos su material de estudio en ediciones individuales, esta caja se convierte en un testimonio de una de las agrupaciones que han promovido la integración y la paz de manera más que consistente por 30 años de trayectoria, lo cual llevó a que en 2012 se creara una iniciativa en redes sociales para que fueran considerados como candidatos al Premio Nobel de la Paz.

Orphaned Land tiene una propuesta musical atractiva, aunque no del agrado de todo mundo, que se ha traducido en una agrupación consistente y apegada a sus principios y con integridad musical. Su vocalista, Kobi Farhi, declaró en una entrevista que ya había demasiada oscuridad en el ambiente del heavy metal, por eso ellos le cantan a la luz, sin importar el credo o religión de sus escuchas, ya que por medio de su música buscan hermanar a los pueblos que se encuentran en disputa y cuyas semejanzas son mayores que sus pretendidas diferencias. Para Orphaned Land ¡All is One!

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares