No todo el power metal se escucha igual y Unleash the Archers lo demuestra

 


Cuando se habla de los diversos subgéneros del metal se entiende que se clasifican y agrupan a las bandas de acuerdo a un sonido estructurado sobre las mismas bases o una temática lírica semejante. En términos generales podemos estar de acuerdo con esta definición, toda vez que en efecto, la mayoría de los grupos cuenta con sonidos que los acercan a intérpretes semejantes. Hasta aquí todo va bien, sin problemas que descarten la posición inicial; sin embargo, hay ocasiones en que dentro de los subgéneros se destacan agrupaciones que tienen elementos que les permiten diferenciarse claramente.

Algunos de los argumentos típicos que escuchamos al hablar del subgénero del power metal es que todos los grupos se escuchan igual, como una mala copia de Helloween —casi todos usan estructuras de dicha banda, ellos prácticamente inventaron el power, concretamente Kai Hansen—, que los vocalistas son más agudos que una banshee, que son grupos más preocupados por lucir largas y lisas cabelleras o bien, que no todas las canciones tienen que hablar de valientes caballeros de leyenda que empuñan míticas espadas para acabar con dragones y rescatar a desvalidas princesas.

Tristemente hemos de admitir que muchas bandas han hecho de estos temas un lugar recurrente para su escritura y música, lo cual nos lleva a pensar que todos quieren ser una versión “más actual, rápida o melódica” de los ya citados Helloween, Blind Guardian, Sonata Arctica, Edguy, Stratovarius o Rhapsody —cuando estaban Turilli y Staropoli juntos, no las cosas extrañas que han hecho con la banda en los últimos años—. Otro de los hitos para el power fue la incorporación de vocalistas femeninas, principalmente por Nightwish en la época de Tarja Turunnen, toda vez que se dio paso a una corriente cuasi operística en la que tanto la voz como los sintetizadores adquirieron una gran prominencia, aunque no en solos como los de Staropoli en Rhapsody o Johanssen en Stratovarius, sino como parte de una pared musical en la que se ha acercado más a la emulación de una orquesta o al menos a su sección de cuerdas.

La primera oleada del power metal se caracterizó por un amplio uso de la melodía y la armonía, principalmente en el aspecto de las guitarras, ya que casi todos los grupos tenían en su alineación a dos intérpretes de este instrumento con habilidad para tocar pasajes solistas y armonizar líneas melódicas, digamos que en la tradición de Judas Priest y Iron Maiden, pero más rápido y con un toque más “alegre”, por decirlo de algún modo. El sonido machacante del doble bombo es otro de los rasgos más característicos de esta época, así como las atmósferas creadas por los teclados y la voz súper aguda de los vocalistas, así como un tiempo muy acelerado.

Poco después el power abre sus puertas a nuevos estilos al incorporar a vocalistas con timbres más graves e incluso afinaciones por debajo del estándar, acercándose a sub géneros del metal más agresivos y pesados. Bandas como los alemanes de Rage ejemplifican claramente este punto, toda vez que sin sacrificar velocidad y melodía, incorporan una voz más rasposa y distorsionada que lo habitual en el estilo; al mismo tiempo, las letras adoptan líricas relativas a la guerra y la realidad urbana; estas características hacen que muchos señalen que Rage es una banda más cercana al thrash que al power metal.

Al hablar de la voz, un hecho que se celebra es la incorporación de más mujeres en la función vocal, lo que sin duda, brinda un aire refrescante al género, especialmente por la persistente oda al híper machismo (cof, cof, Manowar), a la temática pirata (Runnin' Wild) o todos los citados grupos que montados en poderosos corceles empuñan legendarias espadas y matan dragones. Mucha gente es lo que critica en el género, la excesiva fantasía en las letras, sin ponerse a pensar que hablar de zombis caníbales, vampiros, brujas y rituales a deidades mesopotámicas es igual de fantasioso, y no lo digo para evidenciar a otros géneros, toda vez que me encanta el death metal y demás linduras "extremas".

Los años finales de la década de los noventa y el primer decenio del nuevo milenio vio el surgimiento de numerosas bandas que llevan el power metal en una dirección muy interesante, especialmente por la incorporación de elementos característicos del progresivo y la complejidad técnica en la composición de los riffs, las líneas rítmicas de bajo y batería, así como arreglos vocales épicos. En esta oleada se encuentran bandas como Angra, los franceses de Adagio, Pagan's Mind, Symphony X, Kamelot y Silent Force, por mencionar algunos. El nivel de complejidad de las composiciones de estas bandas y desempeño de vocalistas como André Matos (RIP), Roy Khan y Nils K. Rue, sentaron un precedente que sigue vigente en el género.

Derivado de esta oleada, llegan grupos como Unleash the Archers, banda canadiense originaria de Victoria, en la Columbia Británica. Esta banda se formó en 2007 gracias a la unión de esfuerzos de la vocalista Brittney Slayes, el baterista Scott Buchanan y el guitarrista Brayden Dyczkowski. La agrupación se vio completada por el guitarrista Mike Selman y el bajista Zahk Hedstrom. Algunos de los miembros de esta alineación provenían de diversas bandas de death metal, hecho que dio algunos de los toques característicos al sonido del grupo en su primer demo homónimo de 2007 y en el primer álbum, Behold the Devastation de 2009.

Un hecho que destaca desde la primera escucha es el impresionante rango vocal de Brittney Slayes, y de hecho es uno de los elementos que los han hecho adquirir notoriedad, tanto a nivel de agrupación como individual.

Otro elemento por el cual la banda se ha caracterizado es la incorporación de voces guturales que complementan las voces limpias de Brittney. Si bien este es un recurso utilizado con regularidad por infinidad de bandas, en Unleash the Archers no busca la contraposición entre la voz demoniaca y la angelical femenina, sino que es un entramado que responde a la propia construcción de las canciones y que funciona como un elemento integral que incrementa la potencia de los cortes. Con toda la proporción guardada, llega a haber momentos en los que se escucha la influencia de bandas como Children of Bodom, Skyfire o Steel Atack —especialmente en su álbum Enslaved de 2004—.

En la música de Unleash the Archers se escuchan los componentes clásicos del power y el speed metal, el doble bombo machacante y los ritmos acelerados de la batería, así como riffs poderosos que invitan al head banging, además de coros épicos y con enorme melodía que se quedan en la cabeza, así como intrincados solos de guitarra en acordes menores que en cierto punto recuerdan a composiciones de la música clásica, especialmente del periodo barroco.

En la discografía de Unleash the Archers se cuentan dos demos, dos EP y cinco LP. Dentro de su producción hay algunos cortes que se destacan por el amplio impacto que tuvieron en el ambiente del metal, uno de ellos es General of the Dark Army, del álbum Demons of the Astrowaste de 2011. Este corte —que dicho sea de paso, fue con el que conocí a la banda— posee una gran fuerza, así como diversas secciones en los que la banda brilla en su conjunto.

Si bien la agrupación ha tenido diversos cambios de alineación, el núcleo conformado por Brittney y Scott se ha mantenido como pilar de la banda, aunque la salida en 2014 de Brayden Dyczkowski, marcó fuertemente el sonido de la banda, toda vez que el guitarrista era uno de los compositores del grupo.

Para el álbum Times Stands Still de 2015 llega el periodo de explosión mediática de la banda, ya que de la placa se desprenden sencillos como Northern Passage, Test your Metal, así como el corte que da título al álbum, todos los cuales tuvieron una notable aceptación entre los fans del metal y que les granjearon una enorme cantidad de seguidores. De este trabajo se desprende uno de sus mayores éxitos, el track Tonight We Ride, tema con un ritmo acelerado y frenético, con una afinación súper aguda que lleva a Brittney a mostrar su impresionante rango vocal, alcanzando unos agudos de escalofrío. La canción se vio acompañada de un videoclip con una estética claramente inspirada en Mad Max Beyond the Thunderdome, con vehículos modificados, vestuario en toda la línea de la película clásica de Mel Gibson —y algunos más retomadas de la película con Tom Hardy—, en el cual se nota una amplia producción. En la parte musical, la canción incluye los consabidos solos de guitarra armonizados y llenos de melodía, voces guturales, una batería galopante y rápida, así como un pequeño puente protagonizado por el bajo.

En la moda actual de You Tube que nos ha traído numerosos canales de "reacciones" —algunos mejores que otros, máxime cuando hay muchos que son llevados por músicos y otros tantos por "coaches vocales" que claramente no tienen ninguna formación musical, así como otros muchos que solo son reacciones de "el chico rapero", "la adolescente reacciona" o "el papá escucha a X banda por primera vez—, el tema fue recibido con enorme aceptación y difundido ampliamente —recomiendo especialmente el video del canal The Charismatic Voice, mismo que es llevado por una cantante de ópera, que además es gamer y muy divertida, pero se nota sabe acerca de su negocio, que es cantar—.

Posteriormente vino el álbum Apex de 2017, del cual se desprenden temas como Cleanse the Bloodlines, The Matriarch, Apex y Awakening, mismo que también contó con un videoclip del tipo "studio playthrough" y que fue ampliamente retomado por los canales de reacciones —la del Tank the Tech, en sus Roadie reactions es muy buena—. Con este material la banda llega a las listas Billboard y se afianza en el estatus de una de las agrupaciones con mayor proyección en el género.

Para 2020 el grupo edita el álbum Abyss, del cual se desprenden sencillos como Legacy —que sin perder la esencia del power es casi una balada melancólica y muy emotiva—, Soulbound y Faster than Light, misma que cuenta con un muy divertido videoclip.

Como dato adicional, la vocalista Brittney Slayes colabroró en el proyecto Star One del genio —sí, genio en mi opinion— Arjen Anthony Lucassen con las voces en el tema Fate of Man. Por cierto, a Arjen Lucasen le debemos proyectos tan buenos como el mencionado Star One, Ayreon, Stream of Passion, The Gentle Storm y otros muchos, por lo que espero en un futuro escribir sobre él. 

Si bien Unleash the Archers tiene todos los elementos típicos en las bandas de power metal, la suma de talentos y el toque que aportan los han hecho adquirir un sonido muy característico y distitntivo, que si bien no los llevará a ser súper estrellas, sí los ha consolidado como una banda con integridad musical y un referente para el género en tiempos venideros. Este grupo es uno de esos que se logran destacar en su generación, especialmente en una época en que el metal core y el djent parecen estar en todos los círculos metaleros.


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